Dos grupos de segundo de ESO del IES El Calero, en Telde (Gran
Canaria) (España), han descubierto, junto a su profesor de Matemáticas,
dos nuevos sistemas binarios eclipsantes, gracias a observaciones
realizadas con el telescopio CNL1 del Observatorio de la Agrupación
Astronómica de Gran Canaria (AAGC), dos telescopios de 40 centímetros
pertenecientes a la red Las Cumbres Observatory Global Telescope
(LCOGT), uno en el Observatorio del Teide (Tenerife) y otro en Hawaii, y
datos de archivo. Estos alumnos y alumnas se han convertido en los más
jóvenes del mundo en lograr semejante hazaña dentro de un proceso de
Educación Formal, existiendo precedentes a tan temprana edad solo en
campamentos especiales para alumnado con talento matemático de distintas
Universidades de Estados Unidos o en iniciativas particulares.
Impresión artística de un sistema binario eclipsante de contacto. (Crédito: ESO/L. Calçada)
Los dos sistemas descubiertos se encuentran en la constelación de
Andrómeda y son estrellas binarias eclipsantes de contacto, pares de
estrellas que orbitan en torno a un centro de masas común y que están
tan cerca la una de la otra que llegan a tocarse y compartir su capa
exterior de gas. Además, el movimiento de estas estrellas en su órbita
se produce en el mismo plano en el que se encuentra la Tierra, lo que
provoca eclipses en nuestra dirección de visión. Al estar las estrellas
tan juntas, las vemos como un único objeto y lo que se observa son
variaciones en el brillo del sistema debidas a los eclipses. Por este
motivo, las binarias eclipsantes de contacto se clasifican dentro de las
estrellas variables.
El proyecto, que recibió el nombre de ‘Mi primer descubrimiento’, fue
diseñado por Carlos Morales Socorro, profesor de Matemáticas del IES El
Calero, con la colaboración de la AAGC, de la que es miembro. “Con este
proyecto- explica Carlos- perseguíamos varios objetivos: que el
alumnado aprendiera y aplicara elementos matemáticos de diferentes
bloques de contenido bajo un enfoque STEM -siglas en inglés de Ciencia,
Tecnología, Ingeniería y Matemáticas- , estando todo el proceso
orientado a la realización de un descubrimiento científico y, por
último, que conocieran algo que forma parte de su patrimonio: el cielo,
algo que desgraciadamente no se está cuidando en la isla de Gran
Canaria”.
La experiencia consistió en seleccionar varios campos de observación,
capturar la luz de las estrellas en esos campos durante un período de
tiempo largo usando varios telescopios, unir las observaciones con datos
de archivo del catálogo Northern Sky Variability Survey (NSVS) y
analizar las curvas de luz obtenidas para ver si había estrellas
variables. Una vez localizadas varias candidatas, los alumnos
determinaron de qué tipo de estrella variable se trataba, estimaron su
periodo y realizaron su caracterización matemática. El resultado fue el
descubrimiento de dos nuevas estrellas variables, GSC 03224-01689 y TYC
3224-2619-1, del tipo binaria eclipsante de contacto, con periodos de
10,3 y 20,2 horas respectivamente.
Los datos fueron enviados al sitio web International Variable Star
Index (VSX) de la American Association of Variable Star Observers
(AAVSO), que es la organización que recoge, evalúa y publica las
observaciones de estrellas variables, manteniendo una base de datos
internacional utilizada tanto por astrónomos profesionales como
aficionados. Esta asociación verificó que las estrellas no estaban
clasificadas previamente como variables, reconociendo los
descubrimientos y otorgando certificados al alumnado y profesor del IES
El Calero.
La idea de acercar la ciencia a estudiantes de enseñanzas medias a
través de la Astronomía es también la base del Proyecto Educativo con
Telescopios Robóticos (PETeR) del IAC, del que el IES El Calero forma
parte y gracias al cual pudieron realizar observaciones con los
telescopios de la red LCOGT. “Estas alumnas y alumnos han hecho una
contribución real a la ciencia”, apunta Nayra Rodríguez Eugenio,
coordinadora científica de PETeR. “En este proyecto estamos convencidos
de que introducir la enseñanza de la ciencia, de una forma amena y
práctica, mediante proyectos científicos reales, en primaria y
secundaria es fundamental para incentivar las vocaciones
científico-tecnológicas y cambiar la idea de que asignaturas como
Matemáticas o Física son aburridas”.
En ese mismo sentido, Ángel Luis Marrero Corujo, miembro de la AAGC
que ha colaborado en el proyecto, comenta en relación a los
descubridores “ya pueden decir que tienen algo en común con Galileo y
Newton, y es que han contribuido, aunque sea de forma modesta, a la
ampliación del conocimiento del universo que nos rodea”.
IAC
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